Empieza un nuevo año y todos nos hacemos propósitos. De los grandes, ambiciosos, y de los otros, los cercanos, cotidianos. Yo, aún a riesgo de que muchos no me entiendan, apuesto por los pequeños, realizables, posibles...
Otra vez, como en el patchwork, me gusta ir entrelazando pequeños logros, mínimos aciertos, que cuando los desplegás y mirás desde más lejos, te llenan de satisfacción.
Puntada a puntada, vayamos cosiendo la vida.
¡FELIZ 2012!